Ser Presidente Municipal de Meoqui es una de las mayores satisfacciones de mi vida. La gente depositó la confianza en mí y fallarles ni siquiera es una opción. He desarrollado un plan de gobierno con mucha apertura, donde cualquier persona pueda participar e incidir en las decisiones que se toman por el bien de nuestro querido municipio.
El camino no ha sido fácil. Estamos retomando el rumbo de la administración pública eficiente. Por años, el municipio de Meoqui fue golpeado por gobiernos omisos e irresponsables. Desde el 10 de octubre, fecha en que tomé posesión del cargo, implementamos un plan de austeridad y manejo adecuado del dinero público. Se acabó el dispendio y el derroche, cada peso que se gasta es pensado en el bienestar de todas las familias meoquenses.
Somos un gobierno humano, cercano a la gente. Un gobierno donde los funcionarios saben que lo más importante es la persona y su dignidad. Cuando alguien viene a presidencia se siente como en casa. Hacemos todo lo posible para arreglar los problemas y las dificultades siempre de la mano; es precisamente eso lo que nos hace diferentes a los demás, hemos logrado una comunión muy generosa y solidaria entre sociedad y gobierno. Rompimos esa barrera absurda, los funcionarios públicos nos debemos al pueblo y a ellos debemos servirles.
Meoqui está pasando por la transición económica más importante en décadas. La llegada de la empresa “Heineken”, abre un horizonte empresarial y este gobierno se encargará de capacitar a nuestros emprendedores y empresarios para que estén a la altura. La detonación de empleos es inminente, por eso impulsaremos a nuestros jóvenes con becas e incentivos para que logren tener una carrera universitaria. En esto vamos de la mano, todos juntos.
Estamos reivindicando el servicio público. La transparencia, la rendición de cuentas y el trabajo siempre apegado a la ley es algo que nos caracteriza. Quiero decirle a las personas de Meoqui que en mí siempre contarán con un amigo y un aliado de sus proyectos. Vamos a devolverle la vida y la energía a nuestra tierra. Se puede y se debe.
Meoqui ya está cambiando. Me lleno de orgullo ver las plazas llenas, observar a la gente ocupando sus espacios públicos. Un día lo soñamos y hoy lo estamos cumpliendo. Estoy muy agradecido con Dios y con el pueblo que me eligió. Haremos de Meoqui un lugar donde todos quieran vivir.